Los miembros de la revista cultural Ars Creatio fueron tan amables de invitarme a hacer una presentación conjunta con ellos.
Tuvo lugar el 11 de octubre, en el Palacio de la Música de Torrevieja.
Si a principios de mes escribía aquí sobre las presentaciones literarias, puedo asegurar que esta fue distinta… Pero empecemos por el principio.
El acto comenzó con Emma Pérez Beviá resumiendo los contenidos de la revista.
Como os conté hace un par de entradas, en el apartado de relatos encontraréis uno mío.
Después Emma me pidió que subiera al escenario, y cuando apenas habíamos empezado a hablar, se escuchó: «¡Te lo tengo dicho, Zabulón!», y surgieron de no sé dónde estos dos personajes:
Nunca mejor dicho, porque eso son: dos personajes escapados de Academia de íncubos, el último relato de La tienda de figuras de porcelana.
El asticorto, con la ele de prácticas y el bombín, es Zabulón, el aprendiz de íncubo (Javier Serrano). Y el de los cuernos imponentes es el Maestro Leviatán (Javier Nieto).
Dicho sea de paso, en Academia de íncubos no se desvela el nombre del Maestro («si algún alumno se hubiera atrevido a pronunciar su nombre real, se le habrían llagado espantosamente las mucosas de la boca»), pero Nieto ha cometido la herejía de bautizarlo así, a lo Hellraiser.
Tuvieron una actuación magnífica, similar a la de la primera presentación, pero perfeccionada, a mi parecer.
Esta vez, en lugar de con mi amiga Carmen, Zabulón bailó con la presentadora (el baile debe entenderse como una imagen del acto sexual).
Cuando terminó la representación se situaron detrás de mí, uno a cada lado, y el Maestro dijo que si las personas normales tienen un ángel y un demonio sobre cada hombro, yo tengo dos demonios.
Y se sentaron a la mesa con nosotros.
Es una lástima que no se grabase todo, porque estuvo realmente bien.
Y suerte que tenemos algo en vídeo (de otras presentaciones solo hay fotos).
Sé que no es 4K, pero se ve y se oye, tampoco nos pongamos exquisitos, que esto se ha grabado con un móvil desde el público, a pulso.
Como confesamos Javier Nieto y yo en la entrevista del día anterior para TV Torrevieja, no había nada preparado, no quiso contarme cómo iba a enfocar la presentación, que al final consistió en lo siguiente:
Javier, que había leído el libro a conciencia, anotó en unas tarjetitas algunos fragmentos que le gustaron o quería destacar por cualquier motivo. Entonces me hacían una pregunta y yo respondía como podía, porque a veces me ponían en apuros, como diablos que son.
Por ejemplo: en el minuto 1:54 el Maestro lee en voz alta la cita de la contraportada del libro, que dice que en él se pueden encontrar imágenes muy hermosas.
Acto seguido, añade: «Esto es mentira», y lee este párrafo, extraído del relato Dulce en tu boca, amargo en tu vientre:
O cuando, tras informar a los asistentes de que el libro contiene numerosos pasajes autobiográficos, y explicar que en el Interludio cuadragenario escribo que: «En realidad, de algún modo, todos mis personajes principales deberían llamarse Salva. Ni Rafa ni Marga ni Ignacio…», leyó lo que sigue:
Creía que su comportamiento lo dotaba de un aura de misterio en la que acabaría fijándose alguna vecina que caería rendidamente enamorada a sus pies, o al menos le suplicaría unas migajas de su sexo, como en las películas de Cinesexín.com. Parecía no darse cuenta de la imposibilidad, dadas sus costumbres y horarios, de ver materializadas estas fantasías, y se servía de ellas para proporcionarse alivio en sus solitarias noches (y tardes, y algunas mañanas; tenía una sexualidad muy activa, aunque acaso algo monótona y puede que demasiado personal: Ignacio no había estado jamás con una mujer).
«¿Autobiográfico?».
Una vez que terminó la presentación, llegó el epílogo: los diablos nos hicieron ponernos en pie, público incluido, y empezaron a cantar algo que todo el mundo supo seguir… menos la hija de Emma (que tiene la excusa de sus 19 años), y yo.
Más tarde, en la cena a la que nos invitaron (se portaron estupendamente conmigo), me enteré de que la canción de marras era Don Diablo, de Miguel Bosé.
Vosotros qué pensáis: ¿debería haberla conocido?
Hasta ahora he tenido mucha suerte con los personas a las que he «engañado» para que me ayuden a dar a conocer La tienda: Mónica, en la primera (y multitudinaria) presentación; Mariul y José Antonio, en el museo Ramón Gaya; Mª Ángeles, en la librería Colette. Y los dos Javier no han sido la excepción.
La gente se divirtió y se hizo una idea del contenido del libro. Varios, además, quisieron llevarse un ejemplar dedicado a casa.
No se puede pedir más.
Asistieron unas 40 personas, entre ellas mi editor y algunos cargos políticos.
De izda. a dcha.: Javier Serrano, Emma Pérez, Antonio Sala, Salva Solano, Antonio Quesada, Ana Meléndez y Javier Nieto
Hubo cámaras de Televisión Torrevieja TVT, que informó así del acto:
También lo recogieron otros medios. De entre ellos, destaco la crónica que redactó Guardiola Molina, al que le estoy muy agradecido por sus palabras.
Se dio la circunstancia de que entre el público hubiera un tercer personaje escapado del libro: se trataba de Paco (Monte)sinos, cuyo nombre os resultará familiar a quienes hayáis leído Las furias inoportunas.
Mariló y Noelia se acercaron desde Orihuela, como ya hicieron cuando presenté en Murcia, en la librería Colette.
Gracias a Antonio Sala, Ana Meléndez, Emma Pérez y el resto de integrantes de Ars Creatio por contar conmigo y hacerme sentir tan cómodo; a los dos demonios de Mírame Teatro por su sentido del humor y su tiempo (esto no sale tan bien sin ensayos, por mucho que ellos digan), y un reconocimiento especial a Javier Nieto, que fue quien imaginó e hizo posible esta presentación conjunta.
Fotografías de Bruno Aldinger y Javier Carrión
Y lo próximo: 8 de noviembre, de 18:00 a 21:00, firma en la Casa del Libro de Cartagena.